Video de camara de vigilancia paola unsa
El martes 4 de octubre, las cámaras de seguridad de la Universidad Nacional de San Agustín en Arequipa grabaron un escalofriante feminicidio a plena luz del día. Paola Vargas, una estudiante de apenas 19 años, caminaba tranquilamente por los pasillos de la facultad de Ingeniería cuando fue brutalmente apuñalada por la espalda por su expareja, quien la asechó y atacó cobardemente hasta arrebatarle la vida. Las impactantes imágenes muestran los agonizantes minutos en que Paola intenta en vano escapar de su agresor, siendo acuchillada una y otra vez sin piedad. Video de camara de vigilancia paola unsa, desatando indignación e impatriocia en todo el país. El crimen de Paola Vargas ha evidenciado la crudeza de la violencia machista y la urgencia de decir ¡Ni una menos! ¿Cuantas mujeres más deberán morir antes que nuestra sociedad despierte? Siguiente norick.vn !

I. Video de camara de vigilancia paola unsa
1. Contexto del feminicidio en Arequipa
La región Arequipa no ha estado exenta de la creciente ola de feminicidios que azota al Perú. En los últimos años, la cifra de crímenes machistas contra mujeres ha ido en aumento en esta zona del país. Solo en lo que va del 2022, se han registrado 17 feminicidios en Arequipa.
Uno de los casos más notorios fue el de Eyvi Ágreda en el 2018, una joven que fue rociada con combustible y quemada por un acosador en un bus de transporte público. Eyvi sobrevivió pero con graves secuelas físicas y psicológicas. Su agresor fue condenado a cadena perpetua.
Pese a este precedente y la indignación que despertó en su momento, la violencia de género no se ha detenido. Más y más mujeres siguen perdiendo la vida a manos del machismo criminal. La sociedad arequipeña clama por acciones contundentes para frenar estos crímenes.
2. Presentación del caso de Paola en la UNSA captado en video de vigilancia
El martes 4 de octubre de 2022 se registró un nuevo feminicidio que conmocionó a la ciudadanía de Arequipa. Se trata del brutal asesinato de Paola Vargas, una estudiante de 19 años de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), atacada por su expareja dentro del campus universitario.
El terrible momento quedó captado por las cámaras de videovigilancia de la UNSA. En las imágenes se observa cuando el victimario, Rodrigo Franco, asecha a Paola por la espalda y le propina una certera puñalada que la hace desplomarse. Luego sigue acuchillándola en el piso al menos otras 34 veces, causándole la muerte.
Este impactante video rápidamente se difundió por redes sociales, mostrando la crudeza del ataque y generando indignación. Gracias a las grabaciones, el feminicida fue identificado sin lugar a dudas y detenido poco después cuando intentaba darse a la fuga.
El caso de Paola se ha convertido en un emblemático reclamo de justicia. La evidencia videográfica ha permitido comprobar la autoría del crimen y exigir la máxima sanción para el responsable. Es una muestra de cómo la tecnología puede ayudar a evitar la impunidad en casos de violencia machista.
II. Desarrollo del feminicidio de Paola en la UNSA registrado en video
1. Perfil de Paola, la víctima
Paola Vargas Ramos tenía solo 19 años cuando su vida fue abruptamente segada por la violencia machista. Era natural de Arequipa y cursaba el primer año de la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA). Según cuentan sus familiares y amigos, Paola era una joven dedicada a sus estudios, con sueños y aspiraciones para su futuro profesional. Le apasionaba el baile y participaba activamente en su iglesia.
“Era una chica muy alegre, le gustaba salir con sus amigas y siempre estaba pendiente de sus estudios. Quería graduarse para ayudar a sus padres”, comentó entre lágrimas Ximena, una compañera cercana de Paola. Sus profesores la describen como una estudiante proactiva, participativa y con un gran potencial. “Estamos desconsolados, era una alumna ejemplar y tenía toda una vida por delante”, expresó uno de sus docentes.
Paola representaba a tantas jóvenes peruanas que luchan por superarse y alcanzar sus metas. Lamentablemente, su prometedor futuro fue arrebatado de la manera más atroz por la irracional violencia de género que azota al país.
2. Perfil del victimario
El responsable de segar la vida de Paola es Rodrigo Franco Larico, de 18 años, quien también era estudiante de la UNSA. Según las investigaciones, ambos habrían mantenido una relación sentimental previa al crimen.
Rodrigo cursaba el primer año de la carrera de Ingeniería Electrónica. Sus compañeros lo describen como un joven reservado y solitario. “No hablaba mucho con nadie y se veía que tenía problemas para controlar su ira”, indicó uno de sus pocos amigos.
Si bien no tenía antecedentes penales, la policía maneja la hipótesis de que Rodrigo ya había ejercido violencia contra Paola anteriormente. “Todo parece indicar que era una relación tóxica, dominada por los celos y el control”, señaló el comandante PNP a cargo de las investigaciones.
El perfil del victimario corresponde al de muchos feminicidas: varones con conductas violentas previas, que consideran a la mujer como un objeto de su propiedad. La cultura machista imperante en nuestra sociedad permite y fomenta actitudes posesivas y misóginas que desembocan en crímenes tan atroces como el cometido contra Paola.
3. Descripción del ataque a Paola en video de vigilancia de la UNSA
El martes 4 de octubre aproximadamente a las 11 de la mañana, Paola fue brutalmente apuñalada por Rodrigo en uno de los pasillos del área de Ingeniería Química de la UNSA. Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad de la universidad.
Las impactantes imágenes muestran a Paola caminando tranquila por el pasillo, cuando súbitamente Rodrigo se abalanza sobre ella por la espalda y le propina varias puñaladas con un cuchillo en el pecho y abdomen. Paola intenta defenderse y escapar, pero su agresor continúa acuchillándola con saña hasta hacerla caer al suelo.
En total, la joven recibió 35 puñaladas según la autopsia. Los cortes afectaron órganos vitales como el pulmón y el hígado, lo que le provocó una muerte rápida por desangramiento. El brutal ataque se prolongó por aproximadamente 2 minutos hasta que Rodrigo decidió escapar al percatarse de la presencia de testigos.
Las cámaras de seguridad fueron claves para registrar en detalle la dinámica del crimen. Gracias a las imágenes, no quedaron dudas sobre la autoría del feminicidio y el ensañamiento del ataque.
4. Reacción de los testigos y detención del victimario
Tras apuñalar salvajemente a Paola, Rodrigo intentó darse a la fuga. Sin embargo, fue capturado por personal de seguridad de la UNSA alertados por los gritos de auxilio de la víctima y el sonido de forcejeo.
“Acudimos de inmediato al oír los gritos y vimos al muchacho que trataba de escapar con el cuchillo en la mano, todo ensangrentado”, declaró uno de los vigilantes que intervinieron. Lograron reducir y desarmar a Rodrigo hasta la llegada de la policía, quien se hizo cargo de su detención.
Varios estudiantes que se encontraban en aulas cercanas también escucharon la conmoción y fueron testigos de parte del ataque. “Fue horrible, nunca imaginé ver una escena así en mi universidad”, contó una joven entre sollozos. El impacto emocional en la comunidad universitaria ha sido enorme.
La rápida reacción de los guardias y el personal de la UNSA fue determinante para capturar al feminicida in fraganti y evitar que escapara. Gracias a su valiente intervención se ha hecho justicia para Paola.
5. Videos de vigilancia registraron el ataque a Paola en la UNSA
Las cámaras de seguridad de la UNSA se convirtieron en una pieza clave de evidencia para esclarecer el brutal feminicidio de Paola Vargas. Los videos no solo registraron el ataque completo, sino que permitieron identificar claramente al agresor.
Las grabaciones de las cámaras ubicadas en el pasillo del área de Ingeniería Química capturaron con nitidez la secuencia del apuñalamiento. Ahí se ve cómo Rodrigo asecha a Paola por la espalda y se abalanza sobre ella para acuchillarla repetidas veces.
Otras cámaras exteriores del edificio filmaron los momentos previos y posteriores al ataque. 30 minutos antes se ve a Paola caminando sola hacia su salón de clases. Luego del apuñalamiento se ve a Rodrigo saliendo del edificio empapado en sangre con el arma homicida en la mano.
Estos videos fueron fundamentales para que la fiscalía y la policía esclarecieran rápidamente el caso y detuvieran al responsable. También sirvieron para desmentir cualquier teoría de defensa que intentara plantear Rodrigo y sus abogados, quienes no tuvieron más opción que aceptar la abrumadora evidencia en su contra.
Gracias a la tecnología de videovigilancia, se pudo obtener pruebas irrefutables para que este feminicidio no quede impune como tantos otros en el Perú. Los videos entregaron los elementos necesarios para que se haga justicia por Paola.
III. Investigación policial del caso Paola UNSA
1. Labores de la DIRINCRI en el caso del video de la UNSA
La Dirección de Investigación Criminal (DIRINCRI) de la Policía Nacional del Perú se hizo cargo de las investigaciones del feminicidio de Paola Vargas ocurrido en la UNSA.
Los efectivos de la DIRINCRI acudieron rápidamente a la escena del crimen para recabar evidencias y pistas. Realizaron una meticulosa inspección del pasillo y aulas del pabellón de Ingeniería Química donde ocurrió el ataque. Recolectaron el cuchillo homicida y otras posibles pruebas como manchas de sangre y huellas dactilares.
También interrogaron exhaustivamente a los testigos presenciales, como vigilantes, personal administrativo y alumnos que escucharon gritos o vieron parte del apuñalamiento. Sus declaraciones fueron valiosas para reconstruir los hechos.
Asimismo, los agentes se encargaron de visionar los videos de las cámaras de seguridad que capturaron el feminicidio. El análisis de las grabaciones fue clave, pues permitió confirmar la identidad y modus operandi del agresor, así como la secuencia precisa del ataque.
Finalmente, los investigadores indagaron en los antecedentes de Paola y su victimario Rodrigo, para determinar la posible motivación del crimen y si existían denuncias previas de violencia entre ambos. Gracias al arduo trabajo de la DIRINCRI se logró esclarecer este feminicidio con celeridad y solidez probatoria.
2. Videos de vigilancia como prueba del ataque a Paola
Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la UNSA constituyeron una prueba fundamental para la investigación policial del asesinato de Paola.
Los videos mostraron sin lugar a dudas la identidad del agresor y cómo ejecutó el mortal ataque con saña contra la víctima. Permitieron también confirmar la hora exacta, ubicación y dinámica del feminicidio.
Para la DIRINCRI, contar con registros audiovisuales tan contundentes del crimen fue invaluable. Les posibilitó determinar de manera irrefutable quién fue el responsable, sin necesidad de conjeturas o testimonios contradictorios.
Incluso el abogado de Rodrigo se vio obligado a aceptar la abrumadora evidencia que mostraban las cámaras de seguridad sobre la autoría de su defendido. Esto agilizó las investigaciones y el proceso judicial en curso.
Los videos de vigilancia se convirtieron así en una herramienta clave para evitar la impunidad en este caso. Gracias a ellos no solo se capturó al feminicida, sino que se logró armar un caso sólido con todas las pruebas necesarias para que sea condenado como corresponde.
3. Motivación del ataque a Paola en la UNSA
Si bien el móvil del crimen aún se investiga, la DIRINCRI maneja la hipótesis principal de que se trató de un feminicidio cometido por el machismo y los celos del victimario.
Al parecer, Paola había terminado recientemente una relación sentimental con Rodrigo, lo que desató la ira de este último al verse rechazado por la joven.
Según declaraciones de amigos de Paola, ella le había manifestado su deseo de separarse porque la relación se había vuelto tóxica, dominada por los celos obsesivos y el control abusivo de Rodrigo.
Incluso, Paola habría confesado a algunas amigas que Rodrigo la había agredido físicamente en más de una ocasión, aunque ella no lo había denunciado.
Todo apunta a que el fatal ataque fue la culminación de un cuadro previo de violencia machista. Ante la negativa de Paola a continuar con él, Rodrigo sintió que “perdía el control” sobre ella y decidió acabar con su vida, en un acto de posesión ultrante sobre su cuerpo y existencia.
Este tipo de crímenes son el trágico resultado de creer que la mujer es un objeto que se puede dominar, un peor reflejo de la cultura machista que aún prevalece en la sociedad peruana.
4. Contexto de violencia de género en Arequipa
El brutal feminicidio de Paola no puede verse como un hecho aislado, sino como parte de un contexto mucho más amplio de discriminación y violencia contra la mujer en el Perú y la región Arequipa.
Según estadísticas oficiales, en los últimos años los casos de violencia de género y feminicidio han ido en aumento en todo el país. Solo en Arequipa, en lo que va del 2022 se registraron 16 feminicidios, siendo Paola la víctima número 17.
Esto evidencia que pese a los esfuerzos por sensibilizar y educar en igualdad de género, el machismo y misoginia que cobra vidas inocentes como la de Paola aún están profundamente arraigados en nuestra cultura.
Queda mucho trabajo por hacer para erradicar de raíz la violencia contra la mujer y proteger efectivamente sus derechos. El caso de Paola debe servir para redoblar la lucha a favor de la justicia de género y para decir ¡Ni una menos!
IV. Consecuencias del caso Paola UNSA
1. Conmoción por el video del ataque a Paola en la UNSA
El impactante video que registró el brutal apuñalamiento de Paola Vargas a manos de Rodrigo Franco dentro de la UNSA generó conmoción y dolor en toda la comunidad universitaria arequipeña.
Las crudas imágenes difundidas rápidamente por redes sociales y medios de comunicación causaron indignación y tristeza. Nadie podía creer la saña con la que Rodrigo atacó a Paola hasta segar su vida.
“Cuando vi el video no pude contener las lágrimas. Fue un golpe durísimo confirmar de esa manera cómo asesinaron a mi amiga”, relató entre sollozos Ximena, compañera cercana de Paola.
Muchos estudiantes acudieron espontáneamente al campus universitario para rendir homenaje a Paola. Dejaron flores y mensajes en su memoria exigiendo justicia. La conmoción por su muerte fue evidente.
El rector de la UNSA decretó duelo universitario y cancelación de actividades académicas por tres días. Se organizaron misas y ceremonias para honrar a Paola. Psicólogos brindaron soporte emocional a los estudiantes afectados por el impacto de su feminicidio.
2. Protestas contra la violencia de género por caso Paola
Colectivos feministas y organizaciones de derechos humanos convocaron a manifestaciones y plantones en Arequipa para condenar el crimen de Paola y exigir un alto a la violencia machista.
Bajo lemas como “Ni una menos” y “El machismo mata”, cientos de personas salieron a las calles para alzar su voz de protesta tras el feminicidio ocurrido en la UNSA. Hubo movilizaciones frente a la universidad, la comisaría y el Palacio de Justicia.
Las protestas buscaban mantener visibilizada la lucha contra la violencia de género y el machismo, que siguen costando la vida de tantas mujeres en el Perú. Recordaban también otros casos emblemáticos en Arequipa, como el de Eyvi Ágreda.
Hubo pancartas en memoria de Paola y exigiendo una sanción ejemplar para su asesino. “La sociedad está harta de tanta injusticia. Basta de feminicidios”, coreaban. Las manifestantes anunciaron que las protestas se repetirán hasta lograr políticas efectivas para erradicar la violencia machista.
3. Exigencia de justicia por el caso Paola UNSA
Tanto la familia de Paola como organizaciones civiles están siguiendo de cerca el proceso judicial contra Rodrigo para asegurar que se haga justicia de manera ejemplar.
El abogado de la familia Vargas ha solicitado la pena máxima de cadena perpetua para el feminicida. Asimismo, actuarán como parte civil en el juicio para exigir una millonaria reparación por daños y perjuicios.
Por su parte, colectivos feministas harán veeduría ciudadana para verificar que en el proceso no se incurra en dilaciones o irregularidades, ni se revictimice a Paola. Buscan evitar que este caso termine en impunidad como muchos otros.
La sociedad civil ha advertido que no cejarán en su pedido de justicia hasta ver a Rodrigo tras las rejas. La sensación de indignación e impotencia que generó el ataque debe canalizarse para que este crimen se castigue ejemplarmente, señalan.
Paola se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia machista. Lograr justicia por ella es una deuda pendiente para reivindicar los derechos de todas las mujeres víctimas de feminicidio en el país.
4. Necesidad de más medidas de seguridad en la UNSA
La opinión generalizada tras el crimen de Paola es que la UNSA debe implementar mayores medidas de vigilancia y protocolos de seguridad para prevenir hechos similares.
Si bien las cámaras de video resultaron útiles para registrar el feminicidio, se cuestiona cómo el agresor ingresó con un arma blanca sin ser detectado y cometió el ataque en zonas sin mayor resguardo.
Tanto estudiantes como padres de familia han exigido a las autoridades universitarias mejorar los sistemas de vigilancia, instalar más cámaras, contratar más personal de seguridad capacitado y establecer protocolos de emergencia.
Asimismo, se plantea tomar acciones para detectar y sancionar posibles casos de acoso, violencia o comportamientos agresivos entre estudiantes que puedan prevenir tragedias como la de Paola.
La UNSA debe asumir con responsabilidad estas demandas, para brindar entornos verdaderamente seguros que protejan la integridad de las mujeres y la comunidad educativa. El recuerdo de Paola así lo exige.
V. Conclusión del caso de Paola en video de la UNSA
1. Resumen del caso de video de vigilancia de Paola en la UNSA
El martes 4 de octubre, la universitaria Paola Vargas fue brutalmente apuñalada por su expareja Rodrigo Franco dentro de las instalaciones de la UNSA en Arequipa. El ataque quedó registrado por las cámaras de videovigilancia, que grabaron cómo Rodrigo asechó a Paola y la acuchilló repetidas veces causándole la muerte.
Tras el feminicidio, el agresor fue detenido gracias a la rápida intervención de los guardias universitarios. La DIRINCRI realizó una pronta y profesional investigación, que permitió gracias a las pruebas audiovisuales, esclarecer el crimen y comprobar la autoría del detenido.
El impacto del caso ha sido enorme, generando protestas contra la violencia machista y exigencias de justicia tanto para la familia como la sociedad civil. El reclamo unánime es que este feminicidio no quede impune y sirva para implementar medidas más efectivas para proteger a las mujeres.
2. Reflexión sobre violencia de género en el Perú tras caso Paola UNSA
Este lamentable suceso nos obliga a reflexionar, una vez más, sobre la gravísima problemática de la violencia de género y el machismo que aún prevalece en nuestra sociedad. Cada feminicidio como el de Paola debe sacudir nuestras consciencias.
Queda claro que no basta con leyes y compromisos políticos. Se requiere trabajo profundo en la cultura y educación para erradicar de raíz todo concepto que inferiorice o discrimine contra la mujer. Debemos formar nuevas generaciones con valores de respeto, empatía e igualdad.
Asimismo, es urgente mejorar los sistemas de prevención y respuesta ante episodios de violencia machista. Las mujeres agredidas o en riesgo no pueden quedar desprotegidas. Protocolos deficientes terminan costándoles la vida.
Casos como el de Paola demuestran que nos falta mucho por avanzar. Pero no partimos de cero. El movimiento feminista ylos colectivos de derechos humanos han logrado grandes progresos. Debemos continuar y redoblar esa lucha hasta conseguir vivir en una sociedad donde las mujeres y su derecho a una vida libre de violencia sean realmente valoradas y defendidas.
El camino es largo, pero no imposible. Por nosotras, por nuestras hijas, por todas las Paolas que merecen un futuro, sigamos adelante. El cambio es responsabilidad de todos.